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El riego se ha practicado en todo el mundo durante miles de años y la agricultura intensiva es uno de los mayores consumidores de agua del mundo. Aunque los sistemas y métodos de riego se han desarrollado a lo largo de la historia, todavía se pueden hacer muchas mejoras, especialmente en lo que se refiere a la eficiencia hídrica. El agua dulce se ha convertido en un recurso cada vez más escaso y su demanda no hace más que aumentar. De cara al futuro, el cambio climático provocará sequías más graves e intensificará las presiones sobre los recursos hídricos en todo el mundo. Los seres humanos seguirán dependiendo del riego para sobrevivir, por lo que es fundamental reducir la presión sobre los cuerpos de agua dulce, manteniendo al mismo tiempo la productividad de los cultivos. Por eso, el riego sostenible es más necesario que nunca.
Herramientas de Aprendizaje sobre Riego Sostenible
